De placeres pequeños y no tanto

"No les hagas caso a los manuales", dijo al comienzo de la charla con esa voz maravillosa que invita a escucharla para despues reflexionar. "Con el tiempo y la experiencia te vas a dar cuenta de cuánto tenés que irte de los manuales; que están para eso como tantas otras cosas, como los reglamentos, para irse de ellos y de los encuadres; para correr los límites y ganar más libertad, que es tarea de todos los días". La excusa para mimarme era el 7 de junio, día del periodista. Y desde mi rincón, casi marginal diría, pedí como oyente interesada por el qué y el cómo de una mujer que definió buena parte de mi vocación. Liliana López Foresi se cuela primero al oído con su sonido grato y a la cabeza luego, con afirmaciones provocadoras, sugerentes, controversiales.
"Al día de hoy no sé qué es el periodismo. Como en el panoptismo, ésta es una especie de cárcel vigilante, de Gran Hermano, en la que cada cosa es controlada porque se siente más controlada de lo que lo está. Con el periodismo pasa algo similar pero a la inversa. Ha cargado tanto con los baches de lo que no estaba cubierto por otras áreas, que me parece que se la creyó. Siempre tuve prurito con el periodismo porque advierto en el discurso que se va trasladando y genera
ideología ante estas condiciones de produccción, algo así como te lo digo como periodista. Dificilmente se escuche un te lo digo como médico, arquitecto o enfermera. ¡Entonces dime de qué alardeas y te diré de qué careces! Hay una cierta inseguridad en el lugar que se ocupa que eventualmente se traduce en una aparente o disimulada soberbia que es miedo finalmente". Por si hiciera falta te pongo sobre aviso que mi admiración por esta mujer, de 1, 78, que alguna vez quiso ser bailarina y terminó egresada del ISER a los 20 años plantándose ante la cámara para conducir un noticiero cultural, condicionó esta nota. López Foresi, encendida, sostiene que
"El rol del medio y el periodista es vital. Por eso se está revisando constantemente y porque estamos en una crisis tan larga. ¡Estamos en la crisis de la caída de los Imperios y de los fines de ciclo. Lo que pasa es que los Imperios caen lento y hasta que la cola del monstruo termine de dar el último coletazo sobre la faz de la tierra, arrasó con un montón de cosas. Sin embargo hay periodistas, muchos fantásticos, rescatables, luchadores, que profesan de verdad, que hacen de esto una profesión y no un oficio. Porque no todo lo que aparece como una profesión liberal como antes se llamaban es una profesión si no se la profesa. Puede pasar a ser un oficio o una técnica con más o menos respaldo social o reconocimiento como los abogados, pero nada más". En esta lectura sobre el lugar que le cabe al periodismo hay un momento para la memoria colectiva
"Confío en la sabiduría del pueblo, entiendo que habrá algunas cosas más claras y algunas podrán comprenderse retrospectivamente; pero podremos además recordar cosas que habíamos lvidado y no olvidado (porque no es olvido sino negación). Me parece que es un momento como para andar con lupa, con los grandes medios, con los grandes periodistas que pasarán o no, pero este tiempo que estamos viviendo debe servir para saber después qué reclamar y qué exigir en verdad y qué están diciéndote cuando te dicen, que siempre es un asunto difícil para el
oyente, el televidente y el lector ni te cuento!", dice teléfono mediante.
"Cuando asumís un rol que no te cabe y sí es el de la empresa o el multimedio, o de la empresa concentradora de información que la toma como mercancía; cuando sabés que no es el lugar que te corresponde tenés que resignificar y redifinir cuál sí te cabe y depende de qué momento de la
profesión y del trámite que estás haciendo con el oficio te puede agarrar bien o mal parado o necesitar reparar o hundirte o mirarte al espejo todos los días y decirte ésta sería la amiga que yo querría tener". Me gusta oírla hablar y mientras la mañana nos pisa los talones pregunto sobre políticos Conozco muchos, extraordinarios, pero salvemos la política de los políticos y reconozcamos que no tenemos una cultura democrática activa quizá porque siempre estamos en emergencia. Ésta es una democracia tan, pero tan indirecta que ni el voto ni el sistema en verdad representan a nadie, se vota lo que hay porque , entre otras cosas, las oposiciones sucesivas no supieron articularse... a la clase política hay que reclamarle esa mirada cortoplacista. Pareciera que cuando se encuentran allí, en ese espacio de poder, hay un modo de funcionar y hay mucha ignorancia; se meten en una oficina y van de reunión en reunión y deberían hacer terapia... En mis pensamientos locos creo que debieran presentar un certificado de salud mental!!! Uno debiera pensar en la cantidad de cosas que firman luego de haber almorzado con dos botellas de vino! Cuando hay poder, se crean nucleos que son psicóticos que además se potencian porque fue ideado así". Que cuándo vuelvo a darme el gusto? Quién sabe... Siempre habrá una fecha que sirva de excusa.

Siesta con eco, eco, eco...

Ojalá tuviese más interrogantes que aseveraciones. No son sentencias, ni a eso llegan; tampoco son verdades. Cualquiera que me conozca sabe que uñando un poco... la pátina de seguridad se queda entre índice y pulgar. Es esta mala costumbre de darlo todo por sentado, de entenderlo todo desde la mirada ajena... Poco importa el color de esos ojos prestados y sin embargo, como los perros, lo rojo es verde, y lo verde no es.

Si pierdo la partida con la curiosidad no le aviso que le he dejado ganar. A ver si se le da por azuzarme las ganas!

Creo en mi vida de punto seguido. Hay espacio para los suspensivos y casi ninguno para los "y aparte". Cada párrafo desprendido del texto es un potencial recuerdo. Prefiero mantenerlos asidos aunque la gramática se espante.

Qué suerte la mía! Me lanzo sin temor a una olímpica de letras sin preocuparme de no saber nadar. Ahueco el pecho y hundo el mentón desperezando una columna de frases en máxima extensión...

Qué suerte la mía! Con o sin sincronías, de espaldas o en mariposa recorro el cubículo sólo cubierta por un par de vocales... y aun así sigo siendo imperceptible.