31.3.13

Memoria


A veces me pregunto por qué escribo. 
Hoy me respondo con estas líneas.

24 de Marzo
Volví de la calle.

Bruno, con sus veinte años recién estrenados, me invitó a la plaza. Ahí, como en todas las plazas del país, se recordaría el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Y fui. Fui de festejo por la Patria recuperada.

Alicia, mi amiga querida, me hizo de guía en la Casa por la Memoria. Está iluminada, pintada de blanco y la gente le bulle como sangre renovada. Si no fuera por el nombre de las salas, las fotografías y el permanente llamado al recuerdo, no creería que aquel fue lugar de tantos vejámenes.
Estando allí me dije que el horror nunca es ajeno. 
Tampoco lo es el dolor.

A mis veinte no se pensaba en aquello y se celebraba que las ideologías estuviesen muertas. 
Cuánto cambió todo!
Aunque hay tanto que militar, sostener, engrandecer, profundizar, alcanzar, es un tiempo mejor. 
Es la Década Ganada.

Cálice - Chico Buarque

13.3.13

No Habemus



¿quieren un cura rojo como Santo Padre?
Sí. 
Francisco I habla "del confín del mundo". Y entiendo pues que hay un principio. 
Nada de igualdades ni similitudes. 
Las mismas estructuras, el mismo discurso arbitrario que nos coloca al culo del globo.
Importa EL ORDEN. Y cambiarlo todo para que NADA CAMBIE.

Así que espero que el tipejo, enfurecido, repregunte para desgañitarme 
Sí, quiero!

Qué dirá el Santo Padre - Violeta Parra

6.3.13

Rojo

- Un poeta?, preguntó el reportero.
- Andrés Eloy, respondió Él.
- Un color?
- El rojo!


Ya no diré colorado. 
Será rojo. 
Rojo furioso, rojo de amante sin pudores. 
Rojo encendido, 
con la jota quemándome la lengua, 
la palabra toda.
Y leeré a Eloy.

La Renuncia

He renunciado a ti. No era posible
Fueron vapores de la fantasía;
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
una proximidad de lejanía.

Yo me quedé mirando cómo el río se iba
poniendo encinta de la estrella...
hundí mis manos locas hacia ella
y supe que la estrella estaba arriba...

He renunciado a ti, serenamente,
como renuncia a Dios el delincuente;
he renunciado a ti como el mendigo
que no se deja ver del viejo amigo;

Como el que ve partir grandes navíos
como rumbo hacia imposibles y ansiados continentes;
como el perro que apaga sus amorosos brios
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;

Como el marino que renuncia al puerto
y el buque errante que renuncia al faro
y como el ciego junto al libro abierto
y el niño pobre ante el juguete caro.

He renunciado a ti, como renuncia el loco a la palabra que su boca pronuncia;
como esos granujillas otoñales,
con los ojos estáticos y las manos vacías,
que empañan su renuncia, soplando los cristales en los escaparates de las confiterías...

He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos
y al final, !cuantas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos!

Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño...
Andrés Eloy Blanco



Amor finito - Kevin Johansen


la finitud, no existe
















5.3.13

Viva Hugo!

Te fuiste para quedar en el pueblo.
Para siempre.



Despedida - Simón Díaz

Cuánta tristeza junta, carajo!