Miguel Wiñazki repasa Página 12, Diario El Argentino, BAE, Crónica y la TV Pública y dice este sábado en Clarín sobre la primera sesión del nuevo Congreso que "Los medios K no exhibieron fisuras. Si no hubiera en la Argentina otras decenas de diarios, de canales de TV, y miles de radios, la sesión de los diputados habría sido informada como una exhibición de confraternidad. No fue lo que evaluó el resto de la prensa, que detalló los números que reunió la mayoría opositora y determinaron la derrota política de Kirchner".
Sin embargo y a propósito de “medios amigos”, el 20 de noviembre de este año Valeria Garay y Carlos Saglul escribieron para Argenpress sobre la situación de Ricardo Junghanns y Marcelo Moreira, delegados de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA-CTA) en Canal 13, despedidos en el marco de la elección para comisión interna. A un año de la cesantía compulsiva, un fallo de la Cámara de Apelaciones Sala 8 ordenó al grupo de Ernestina Herrera de Noble reponerlos en sus puestos. El Holding que desoyera una resolución de primera instancia, repitió la negativa de acceso a Junghanns y Moreira, apersonados en compañía del secretario gremial de la UTPBA, una escribana pública y dos inspectores del Ministerio de Trabajo.
Los delegados sostienen que “La empresa es un territorio al margen de la Ley ni siquiera los derechos constitucionales pasan por la puerta. Incumplen todos los convenios. Les dieron 48 horas para reincorporarnos pero no sabemos qué va a pasar. De lo que si estamos seguros es de seguir luchando hasta volver a entrar en Canal 13”.
La Cámara de Apelaciones comunicó a la Justicia Penal que el Grupo Clarín desobedece los fallos judiciales.
“Nosotros vamos a insistir no solamente con nuestra reinstalación, sino con que Canal 13 y TN cumplan con el convenio colectivo de trabajo; es imposible trabajar en un marco donde están en juego la libertad de prensa, los contenidos y las editoriales, sin libertad desde el punto de vista de aplicación de las leyes mínimas laborales. Esta gente no permite que los trabajadores nos organicemos, porque que creen que está en juego el control editorial que hacen sobre cada uno de sus productos. Nosotros creemos que la libertad de prensa debe ejercerse, en primer lugar, respetando los derechos de los trabajadores de prensa, que es lo que nos da garantías de sentirnos dueños de nuestras producciones e ideas y en segundo término, el poder organizarnos libremente para poder participar en un debate plural sobre qué significan hoy los medios de comunicación en la Argentina”, explicaron los delegados.
Parafraseando a Wiñazky, si no hubiera en la Argentina otras decenas de diarios, de canales de TV, y miles de radios, el Noble Imperio,habría sido conocido como la usina de todo lo bueno, lo justo y lo verdadero.