Amo a mis amigos.
Espero que ellos lo sepan. Pero de no ser así, pues que vayan enterándose.A Inés, que es vital en mi día a día desde Madrid, Valencia, Porto, Buenos Aires o Resistencia.
A Guadalupe, que sabe sacarle brillo a mi opacidad.
A Pili, que me habilita conexiones directas con estadios superiores.
A Cari y Fabiana, que son generosamente inspiradoras.
A Alfred y Jose, incondicionales, incapaces de una mirada mezquina.
A Brian, mi amado rosarino y periodista militante que estimula a diario (no te resignes, vida).
Los tengo, me tienen. La vida es generosa conmigo, me lo muestra a cada paso. Y ante ese feroz desprendimiento seré prudente con los deseos...