16.9.09

Fue amor



No recuerdo cuántos años estuvieron casados. Tampoco tengo registro de sus besos o de las palabras amorosas que pudieron prodigarse. Sin embargo tengo bien presente cada mediodía en que mi madre, antes de tomar su turno en la escuela, pasaba a buscar a mi padre a la salida de su trabajo y ante la falta de un charla de sobremesa, el coche era el ámbito precioso para contarse las ansiedades del día. Y recuerdo la paciencia y el silencio de mi viejo ante el temperamento de mamá. Pero por sobre todo recuerdo que mientras mi madre se moría por capítulos, alcanzó a decirle a su hombre: "¡Qué tonta! Si todo el tiempo fuiste vos. Todo este tiempo te he amado".


Y yo, sigo amándolos a los dos.