Ojalá fuera el amor.
O el desamor.
Pero no.
Es la angustia de una patria que ya no huele al otro. Porque ya no lo es.
Garabateo aquí por Milagro y la Ley de Medios; lxs despedixs y la grasa militante; el macartismo y la criminalización de la protesta; el ajuste y los tarifazos; el desmantelamiento de todo proceso de productivo; la ausencia del Estado y la invasión de los CEO's. Y para calmar a la boca del estómago que se aprieta esperando un telegrama.
Si hasta la calle nos quieren quitar. La calle que siempre supo de sudores, de olor a choripán y porro. La calle, de canto tribunero, candombe o rock. La calle hoy suda bronca, decepción. Y culpa. Por no haberla militado lo suficiente.
O por pegarse un tiro en el pie.
Yo qué sé qué es. Pero acá estoy. De vuelta. De catarsis.
Porque el de Mauricio Macri es gobierno de Mierda y Miedo.
Madrugué - Alejandro Balbis