Para escribir, hay algo más peligroso que la pena o la abulia:
la felicidad.
La letra que se dibuja en la tristeza es una búsqueda que exorciza dolores,
los comparte
y
hasta aliviana la carga.
La palabra dichosa tiene apenas el mérito del goce propio.
Es un acto egoísta, individual y ... luminoso.
Leí un artículo sobre las 50 reglas de Schopenhauer
- a quién nadie podría tildar de optimista -
para conseguir la eudaimonia.
Me quedo con la 39:
"Debido al poder secreto que preside los sucesos más azarosos de nuestra vida, acostumbrémonos a considerar todo acontecimiento como necesario, un fatalismo que resulta tranquilizador".
Leí un artículo sobre las 50 reglas de Schopenhauer
- a quién nadie podría tildar de optimista -
para conseguir la eudaimonia.
Me quedo con la 39:
"Debido al poder secreto que preside los sucesos más azarosos de nuestra vida, acostumbrémonos a considerar todo acontecimiento como necesario, un fatalismo que resulta tranquilizador".
A Birabent no lo inspira la lluvia y a mí no lo hace la alegría.
Porque la disfruto no más, porque la hago mía y la ejercito en la sangre.
Revolución - Amaral
Revolución - Amaral