23.11.13

Adolfo

Amado Adolfo, siempre amado... 

"Cuando un inversor ve que vos ponés preso un genocida, no quiere invertir un mango. Este es un segmento de un micro que se llama el culito que razona". 


Las siestas de Mitre valían la pena cuando estabas. 
Entonces eran creíbles. 
Hoy, la carta de tu hija Carla lo dice todo.
"La vasca", de Alex Britti sonaba y el aire todo rezumaba ironía y humor.  
Mirá lo que te digo, Adolfo.
Te oigo ahí, eterno. Y aquí también. Cuelgo unos minutos de un programa del 2003. Lúcido, tanto que a diez años, seguís alumbrando.




        Adolfo Castelo - 1941-2004

19.11.13

Peronismo

Debe ser la Stout caliente, debe ser.
O no.

Amo la contradicción. 
Por eso eso soy peronista. 
Porque el peronismo es contradicción. Es un día aquí y el otro allá. 
Es un movimiento, como decía el General. 
Pongamos por caso un músculo cualquiera. 
Ante el estímulo será protagonista o antagonista del movimiento. 
Así nosotros. 
Relax y tensión. Causa y efecto.
Acaso citar a Lenin, Marx o Mao sea contraproducente. 
Si este post se tratara de la corrección política, lo pensaría dos veces. 
Pero no. Es sobre la paradoja del peronismo. 
Cada contradicción tiene su identidad. 
No es lo mismo la materialista que la dogmática.

Ya no sé quién lo aseveró, pero me alcanza como premisa: 
"La contradicción fundamental del proceso de desarrollo de una cosa y la esencia de éste, determinada por dicha contradicción, no desaparecen mientras el proceso no termina; sin embargo, en un proceso de desarrollo prolongado, la situación generalmente varía de etapa a etapa. 
La razón es que, si bien no cambia ni la naturaleza de la contradicción fundamental del proceso de desarrollo de la cosa ni la esencia del proceso, la contradicción fundamental se va agudizando a medida que pasa de una etapa a otra en este proceso prolongado".

Es difícil de entender. Quizá. 
Para el no peronista. 
En cambio, para el ejército de cabecitas negras, de descamisados, de descastados, todo es más que claro. 
Aun para muchos de sus dirigentes, prebendarios, burócratas, hartos de la sartén y también del mango.
Pasa que, 
como dice Feinmann -el bueno-, 
el peronismo, 
además de un multitudinario movimiento de masas, 
es una obstinación argentina.

 
Contradicciones - Las Pastillas del Abuelo

8.11.13

Machada


Noche de viernes. Son casi las doce. 
Me queda tiempo apenas para completar prácticos y repasar parciales. 
Pero...
En el monitor, una ventana titila. 
Un contacto actualizó estado y Facebook me lo hace saber. 
De paso, chismoso, pregunta ¿Qué estás pensando?
Sin dudas respondo:
 en el amigo al que extraño - tanto, tanto-, 
en que también él me dejó un poco huérfana; 
en Inés que, sin importar la distancia, ahí está; 
en María, un encanto con tonada cordobesa que contagia juventud; 
en los compañeros de cursada, enormes, entrañables. 

¡Y en los brindis!
En todos los brindis que nos debemos con las hermanas de la sangre y de la vida. 
Los cuento sólo por contar. Para certificarme la embriaguez. 
-Sonmuchos-
Resuelvo pues que:
voy a beber sin culpa. 
A pura carcajada. O lágrima. 
Voy a saborear los encuentros y a festejarlos porque sí. 
Por amor. 
Que no es poco.
Elijo decidida: borracha, pero feliz. 

V-V-El amor vence al odio-V-V 

These are the days of our lives - Queen

1.11.13

Nada importa


De Pablo Andrés Ramdohr Lepori

Mo


Soy un rehén,
Atado a mi neuronas.

Me mato al día
en fantasías de dejar de ser.
Eliminarme a pedazos.

Yo sé,
Yo sé qué soy
Yo sé qué no soy.

Otro día más
sigue siendo otro día
lucho cada día,
y nunca se es suficiente.
Sigo siendo
y no siendo.

Vuelvo a caer,
tropiezo con mi propio pie,
tropiezo con mi caer,
y caigo a otro tropiezo.

Duele el suelo,
duele verme ser,
y no poder dejar de ser.

Porque hago lo que no hay que hacer,
porque siento lo que no hay que sentir,
porque sigo siendo quien no hay que ser.

Sí sé que no soy lo que soy,
y sé que hago lo que soy,
sin querer ser.

Soy,
es mi cuerpo idiota,
mi mente que me odia,
yo el que me odio.

Y por qué yo sigo peleándome?
y si me dejo ser?
Sobreviviré a mí?

Me asusto,
me asustas.

Saber que el no ser
es la tortura.
No es ser, es saberlo.
Son los ojos que me miro
que apuñalan los ojos que me miro.
Que miran los ojos que me miran que me miro,
que me miro apuñalando.

Desearía tener dos corazones para que se apuñalen uno al otro.
y que me dejen vivir.